Sanidad vs. farmaceúticos.



Como toda novedad, al inicio pueden surgir dudas, equívocos o simplemente necesitar un tiempo de adaptación al nuevo sistema o formato. Y, ¿de que hablo?. Pues de la nueva implantación de la receta electrónica en las oficinas de farmacia.
Hace ya varios meses que entró en vigor y vemos que cada dia en lugar de ir hacia adelante vamos claramente hacia atrás. Se supone que es un sistema muy sencillo. El paciente se dirige al ambulatorio de su barrio, le visita su médico y éste le prescribe la medicación pero en un folio (con su nombre, código de seguridad y medicación al uso). De ahí tan sólo queda dirigirse a su farmacia habitual y entregar el papel. El farmacéútico se conecta al programa creado para la dispensación (SIFARE) y en principio ya está. Vamos fácil, fácil, facilísimo.
Pues nooooooooooooooo...... Y un no bien rotundo. Cada dia tenemos la misma cantinela. Ejemplos: a menudo no te deja conectarte con Sanidad; en otras ocasiones la receta te da error por formato actual no vigente o caducado (cuando el paciente acaba de recoger la receta en su cap hace unos minutos) y el gran dilema de la receta electrónica: la gente acude a la farmacia a retirar medicamentos sin estar activados por sanidad para poder dispensarlos (bien por un mal cálculo en la posología, tamaño o cantidad del medicamento). Vamos... que el cliente se cabrea contigo y te limitas a darle la fecha en la que le toca recogerlo. Contestación típica: pues no me llega o me he quedado sin remedio. Hoy se ha dado el caso de tener que enviar a un señor dos veces al médico para solucionarle "su problema" con la receta. A la gente mayor no puedes hacerla venir 5 o 6 veces al mes para poder retirar toda su medicación, ya que no la recogen de golpe o de una sola vez en un dia; sino en varios (hoy te doy dos, pasado mañana uno....). Vamos una vergüenza. Además es muy fácil cometer errores en la dispensación si no estás muy pero que muy atento al trabajo.
Puede ser que en un futuro el tema sea más ágil, rápido y sencillo. A dia de hoy sólo sirve para que los médicos se quiten faena y deriven el asunto al boticario de turno; el cual no puede hacer nada de nada, nada más que quedarte con una cara de "gilipollas" y comentar una vez tras otra "que el problema no es nuestro sino de ellos". Y así de oca en oca y tiro porque me toca.... Vamos una vergüenza en toda regla. Intentan solventar la situación y lo que hacen es complicarla más y más. Eso sí....larga vida a la receta electrónica!!!!!
Tela marinera.

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