Festes de Gracia: una apuesta segura







Sino me falla la memoria (por eso de la edad), van alrededor de 15 años que de forma casi ininterrumpida por estas fechas subo o subimos al barrio de Gracia para disfrutar de su puesta de largo veraniega.
Como ya es de todos sabido, sus calles se engalarnan, se "disfrazan" o decoran siempre sobre algún tema de la sociedad actual en forma de crítica, denuncia o parodia. Ahí queda plasmado el árduo trabajo (durante un año) de recoger, reciclar, diseñar, montar... el decorado que cada calle participante presenta en el concurso. Y todo este trabajo por amor al arte, cosa que ya tiene su mérito. Las botellas de plástico de agua de diferentes capacidades y tipos son los productos estrellas en el arte de las manualidades. De ellas hacen maravillas (adornos, lámparas, insectos, globos, luces, personas)....y así un sinfin de cosas. La gente se tira a la calle. Come, baila, rie, canta; todo en su barrio, aquél que los vió nacer y crecer.
Yo apuesto por estas fiestas. No sé que tienen, pero el ambientillo que se vive año tras año es brutal, vamos espectacular. Desde que estuadiaba en la "facu" (es cuando me llevaron por primera vez) hasta ayer que también comprobamos las ganas de fiesta que se respira. Todo genial y divertido. Los primeros años íbamos como locos para pillar cubalitrillos y/o lo que se pusiera por delante. Había puntillos y borracheras por doquier. Luego en pareja y ahora casado sigo comprobando el éxtasis de sus fiestas. Será por sus gentes, por la diversidad cultural que te encuentras, por la música o por ese espíritu festivo que se engancha; que año tras año no puedo evitarlo y repito.
Cierto es que han pasado por épocas malas. Redadas, peleas, persecuciones por culpa de cuatro "gilipollas" que solo van a liarla. De "pixapuertas", borrachos, vendedores ambulantes... los hay en todas partes. Ganas de deteriorar o desvirtuar la fiesta también ha habido. Otra tema aparte: penurias y sufrimientos para tirar adelante todo el tinglado. Este año tanto el número de calles como plazas y balcones ha disminuido considerablemente por falta de ayuda económica (entidades y organismos oficiales). Espero que en un futuro no se toque fondo y que podamos disfrutar de este tipo tan peculiar de vivir una fiesta mayor; eso sí, el politiqueo aparte.

PD: recomiendo subir alguna vez a la fiesta de la calle Providencia por parte del locutor de radio Albert Malla (Hasta luego cocodrilo). Fórmula sencilla; pinchar los greateast hits de cada verano o año. Vamos una fiesta asegurada. Larga vida

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