Parece mentira pero sin comerlo ni beberlo ya estamos en la estación del verano. Para más inri parece ser (después de tanto tiempo de lluvias, lo cual nos viene a todos muy bien) que ha coincidido prácticamente la entrada del veranillo con una mejora muy sustancial del tiempo. Cielos claros, limpios y fuerte subida de los termómetros. Calor y más calor, casi sin avisar.
Todo esto se nota. Sólo tienes que salir y dar una vuelta por la ciudad. Sábado, aprovechamos para hacer algunos recados por el centro. Cinco y media de la tarde. Hora inusual para apreciar un movimiento bestial de gente para arriba y para abajo.
Terrazas llenas, música sonando por doquier. Pantalones cortos, tirantes finos y chanclas predominan a mi alrededor; gafas de sol, gorras y pañuelos cubren cabezas...avalancha de "people" bajando dirección playa. Sí señor el verano ya llegó. Prueba definitiva: nos dirigimos a refrescarnos un poquito la garganta (alrededor de 30 ºC este fin de semana) y apostamos por inaugurar la temporada de helados. Plaza Sta. Anna, giramos hacia la bajada St. Antoni disfrutando del ambientillo callejero hacia la heladería Verdú (ahhhh... no sé si puede hacer propaganda por el internet!!!) y vete aquí: sorpresa!. La cola de gente llega a ser ya considerable. Veintitantas personas esperando su premio. Brutal.......
Yo sinceramente soy un enamorado del verano. Las calles, los hogares, el mundo; todo se llena de luz, harmonía y alegría. Es tiempo de ocio, de lectura, de conciertos, de fiestas populares (vivan les Santes), de bañador y tostaito, de olor a mar, de terracita pachanguera...tiempo de diversión.
Buen verano a todos.
PD: Esto ya huele a vacaciones. Lupo: nos vemos en Menorca!!!!
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